Había empezado a escribir este post de una manera más sutil, pero en realidad...¿para qué? ¿Quizás para que quedase plasmado más "profesional" o más "filosófico"?
Pues he decidido que no. Lo he borrado todo y lo voy a escribir como yo soy, y como yo lo siento.
Abro el escrito en cuestión con una pregunta para reflexionar
¿Porque es tan dificil la lealtad entre mujeres?
Las dificultades de la vida nos deberían unir y nosotras lo único que hacemos es ponernos más piedras en el camino. En lugar de unirnos, comprendernos y sostenernos, nos ponemos la zancadilla.
¿No nos damos cuenta que como tratamos a las demás, es un reflejo de como nos tratamos a nosotras mismas?
Lo que pensamos de la vecina, es lo que en realidad pensamos de nosotras.
Cuando nos mofamos de aquella mama del cole, en realidad nos estamos mofando de nosotras.
Cuando dejamos de respetar el trabajo de la compañera, estamos NO respetando nuestro trabajo.
Cuando a una mujer le decimos puta solo por su vestuario o porque tiene una vida sexual activa y libre, ¿no será que deberíamos revisar que es lo que falla en la nuestra?
Estamos metidas en un bucle. Llenas de rabia, rencor y resentimiento hacia una sociedad aún muy patriarcal. Que nos ha separado en lugar de unirnos.
En un momento de la historia de la humanidad, la mujer era Diosa, era respetada en sus comunidades, eran dadoras de vida, sanadoras y visionarias. Los hombres las respetaban por ello, y las mujeres se ayudaban entre si.
Ahora vivimos dentro de una sociedad muy competitiva y con un afán de supervivencia. Y no nos damos cuenta que eso, NO va con nosotras. La guerra NO va con nosotras. Nuestra esencia, nuestro adn, nuestras células no juegan a ese juego. Nuestra naturaleza es de sostener, compartir, crear, acoger, alimentar. Da igual que sean hijos físicos o hijos simbólicos a través del trabajo, los proyectos, las relaciones.
Me da mucho dolor cuando escucho, "el peor enemigo de una mujer, es otra mujer"
Pues no amigas, estamos muy equivocadas. El peor enemigo de una mujer es ella misma!!!
No podemos recuperar nuestro lugar luchando y pisoteándonos entre nosotras. Ni siquiera con el hombre, pero mucho menos entre nosotras.
En cualquier situación de nuestro dia a dia, necesitamos sentirnos empoderadas, y si somos capaces de empatizar con la mujer que tenemos enfrente, se sentirá arropada y valiente. Porque como una siente, siente la otra. Porque por lo que una llora, podemos llorar las otras. Porque su dolor puede ser nuestro dolor mañana....
El próximo 25 de noviembre se celebra el dia contra la violencia de género. Un dia que, para mi gusto, no debería celebrarse. Es triste tener un dia al año con este motivo.
No solo el maltratador, o el violador, o el abusador son causantes de este dia. Nosotras tambien tenemos una responsabilidad en ello.
¿Qué haces si sabes o sospechas que una amiga, vecina o conocida esta sufriendo una situación asi? A veces si es muy allegada, a lo mejor le comentamos, que no es lo mejor para ella... pero muchas veces, muchas, muchas veces, lo hablamos en corrillos, criticamos su debilidad por aguantar eso, cerramos las ventanas de casa para no escuchar los gritos o cruzamos de acera ante una situación así.
Pero claro, ella no pidió ayuda, no?
Obvio! Está aterrada, se siente sola.
Pero claro, ella no nos contó nada, que podiamos hacer?
Todo.
Yo no digo que si entre nosotras fueramos más leales, no sucederían estas cosas.
Pero, si entre nosotras nos respetáramos más, nos sostuviéramos más, nos comunicáramos más... Cuando una tuviera un problema, una dificultad.... sabría que NO esta sola. Que cualquier mujer estaría con ella. Que podría ser valiente, porque tiene un batallón de guerreras en cualquier lugar y en cualquier momento, que la ayudarían a empoderarse y a salir por sus propias armas de esa situacion.
Dejemos de ser victimas de nosotras mismas y unámonos para ser diosas guerreras. Nuestras hijas nos lo agradecerán....
Mar Garnica.
